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¿Qué fue de los que sobrevivieron al chat, a MTV, a la autoayuda y los talkshow? Los que llamaban a la radio para pedir un tema o para dedicarlo. Saludos todos los que me conocen, la radio está re buena. Crecimos con una sola exigencia: ser felices. Y como no había manera de que eso saliera bien, Julia Sanchez nos ofrece 10 relatos perfectos. Julia toma las (siempre) complejas relaciones humanas y las abre para ver qué tienen adentro, de qué están hechas. El resultado es sorprendente y doloroso, y también muy divertido. Sus protagonistas son contradictorios, y eso los vuelve sumamente humanos. Están narrados con una profundidad a la que sólo se accede con humor, pero hay más que humor: hay sensibilidad. Leer en este caso es sonreír, es reconocerse. Pensemos en un karaoke: está quien canta bien y no divierte a nadie, quien canta mal y se entera ahí mismo, quien sólo puede cantar ebrio, quien subió porque perdió una apuesta, y el que entiende que cantar no tiene mayor sentido que divertirse con amigos, en fin, la vida misma. De eso tratan estos relatos. De la vida misma, de nosotros mismos.
Matías Settimo